Irme de intercambio me ayudó a crecer

Si tenes la posibilidad, buscar universidades que ofrezcan intercambios puede ser muy interesante. Contado en primera persona por Magdalena Lucero

Estudie la carrera de Lic. En psicopedagogia en la UCA y me fui de Intercambio a España,  Santiago de compostela. 

 Me tocó ser la primera en abrir este camino de erasmus en mi facultad.  Eso fue la parte más difícil,  ya que tuve que pasar por muchísimos tramites burocráticos, y cual conejillo de indias, los directivos iban aprendiendo junto conmigo. Me lo hicieron bastante difícil. Puedo decir que esto fue lo único complejo que me dejó esta experiencia. 

Como me gusta sacar lo positivo de cada cosa: este comienzo medio entorpecido fue el primer paso para crecer y empezar a ser independiente, aprender a resolver mis propias dificultades sola. 

El intercambio entonces,  después de esa introducción,  puedo decir que me trajo ese primer beneficio, con 20 años, empecé a solucionar trabas en el camino, a manejarme de manera independiente y lo más responsable posible, ya que todo se trataba de la carrera y el destino que yo estaba eligiendo.  Siguiendo con esto de ir creciendo a pasos grandes: elegir universidad, buscar departamento para vivir, evaluar condiciones, precios,  distancias. Me fue enseñando a analizar muchas variables para encontrar lo más conveniente.  Me dio muchísimas herramientas sociales: conocí gente de todas partes del mundo, con quienes formamos una familia, que después de 8 años (ya se cumplieron desde que me fui) hoy seguimos en contacto de mil maneras. Tenemos nuestro grupo en whatsapp y cada vez que alguno viaja  y hay un reencuentro,  todos lo disfrutamos con la misma emoción. 

Intercambio

Tuve la suerte de vivir a metros de la catedral de Santiago.  Con mi familia europea, (las 12 personas con las que vivía) hicimos el camino, por lo que además nos dio un plus enorme: compartimos entre todos la espiritualidad y los valores. Algo mágico e impensable antes de irme de viaje. 

Otro beneficio y algo muy positivo que me dejó este viaje de 6 meses fue el poder recorrer un poco el mundo, conocer lugares, países, ciudades...  Viajar te abre mucho la cabeza, salir de la vida que uno solo conoce,  y descubrir culturas nuevas, hábitos, costumbres. Así como también te hace valorar mucho lo que dejaste en casa.

El intercambio me enseñó a administrar mi economía y también mi tiempo. Era necesario organizar los días y momentos de estudio,  para poder disfrutar y poder en el tiempo libre, recorrer la ciudad nueva en la que había elegido vivir. 

Me declaro una fanática de los intercambios en la carrera que uno elija, y siempre, desde que volví de ese viaje, me ofrecí para hablar sobre mi experiencia y transmitir todo lo que me enseñó viajar así. Al volver di charlas en mi facultad y cada vez que alguien me pide que cuente que me pareció, cuento un poco esto mismo, y animo e insisto a todos a que, si tienen la posibilidad,  se animen a tener cada uno su propia experiencia