Mitos sobre la orientación vocacional

Descubrí qué debés evitar a la hora de elegir una carrera

Elegir qué estudiar es una decisión importante. El camino a la elección vocacional está plagado de ideas erróneas, se reproducen los llamados MITOS VOCACIONALES, errores que se transmiten de boca en boca y que muchos creen como verdades. 

A continuación te contamos algunos de los mitos más comunes: 

 

Hay gente que nace sabiendo cuál es su vocación: ¡FALSO!

La vocación no es un dón, es una búsqueda.

No es que uno nace con una vocación y eso hace que ya sepas qué vas a hacer. Encontrar tu vocación no es algo simple y rápido, hay que dedicarle tiempo y voluntad.
Supone acciones personales y compartidas, sobre lo que quiero y lo que hay; realizar averiguaciones y exploraciones, orientadas a elegir una actividad que nos comprometa, a la que podamos atribuirle sentido y que podamos disfrutar realizándola.
Encontrar tu vocación no es elegir una carrera, sino un proyecto de vida.
La vocación no es estática, puede ir cambiando con el tiempo producto de las cosas que vayas viviendo y la forma en la que madures. Es común encontrar médicos que no ejercen, abogados que trabajan en marketing, y muchos otros ejemplos. 

 

Un orientador puede decirme qué elegir:

Ni un orientador ni un proceso de orientación vocacional va a darte respuestas mágicas.

NO va a decirte qué hacer, sino darte las herramientas para que vos puedas decidir y elegir.
La elección es una decisión 100% personal. Eso no implica que haya diferentes participantes en el proceso, y que cada uno influya de una u otra manera. Eso está bien.
Lo importante es que tomes tu propia decisión, que te hagas responsable de la elección de la carrera, conociendo las implicancias que tiene para tu futuro profesional y personal. 

 

investigar para decidir

 
Debo elegir bien porque me definirá de por vida: ¡FALSO!

Muchos chicos y chicas ven esta decisión con bastante ansiedad porque piensan ahora o nunca.

Como muchas otras cosas en la vida, no hay solo blanco o negro. Cambiar no es necesariamente algo malo ni una señal de debilidad e inseguridad.
Sí, elegir qué estudiar es una decisión importante, y como toda decisión importante hay que pensarla antes de tomarla. No gana el que elige primero, sino el que elige a conciencia porque investigaste, comparaste, descartaste, evalúaste si realmente te puede gustar, si te ves trabajando de ello en un futuro, si el plan de estudios es de tu agrado, si es un camino válido para lograr tu proyecto de vida. 

 

Lo importante es elegir una carrera que de dinero:

Es cierto que hay carreras con bandas salariales promedio más altas que otras, pero elegir una carrera SOLO porque está bien remunerada puede que no sea la decisión más acertada.

Sí, es un punto más a tener en cuenta en la elección. Y puede que para vos el ingreso económico sea algo súper importante (y no está mal) pero con el tiempo te vas a sentir incompleto si estás haciendo algo que no te gusta sólo por un sueldo a fin de mes. Lo importante es encontrar la forma de que en tu proyecto de vida, puedas generar los ingresos que deseas haciendo cosas que te interesen.  

 

Seguir el consejo de mis padres es lo más seguro, ellos la tienen re clara: ¡FALSO!

Esta es la primera decisión importante que vas a tomar solo/a.

La decisión final es tuya, eso significa que la responsabilidad cae en vos. Pensá que vas a estar haciendo esto que elijas durante algunos años y si sólo lo haces por un consejo/tradición de tus padres, no lo vas a disfrutar como deberías.
Es lógico que te interesen temas con los que estás familiarizado porque nadie elige lo que no conoce. Pero es importante poder identificar y diferenciar los motivos que nos llevan a elegir una carrera.
Las influencias son inevitables en todo contacto social, y esto no es algo negativo en esencia. El problema es cuando convertimos las influencias en mandatos. 

 

vocacion contra mandato

 

Las carreras terciarias son menos prestigiosas que las carreras universitarias: ¡FALSO!

La diferencia entre las carreras terciarias y universitarias no tienen nada que ver con el prestigio.

Las tecnicaturas o carreras terciarias tienen una duración entre 2 y 3 años, y sus contenidos están más enfocados en las necesidades de la profesión y en los requerimientos concretos del mercado laboral.
Las carreras universitarias o de grado duran al menos 4 años y sus contenidos son de carácter teórico-práctico, enfocados en desarrollar conocimiento y profesionales capaces de desarrollar la investigación y el pensamiento creativo para generar nuevas ideas y descubrimientos en el campo de las ciencias y las tecnologías; como así también desempeñarse en el ámbito laboral. 

 

Cambiar de carrera es sinónimo de fracaso: ¡¡¡FALSO!!!

Cambiar de carrera es mucho más normal de lo que crees.

Hay muchos jóvenes que empezaron una carrera y después se dieron cuenta que no era para ellos. Esto debe entenderse como parte de un proceso de aprendizaje y no como un fracaso. Lo bueno es darse cuenta y enfocarse en lo que realmente te apasiona. Nunca el tiempo que le dedicaste a la primer carrera es tiempo perdido, todo lo que estudiaste/viviste te sirve como aprendizaje para tu vida.
Encontrar una vocación no es fácil, pero tampoco imposible.

 

Generalmente todos estos mitos están presentes en nuestra cabeza a la hora de elegir. Es importante que reflexionemos, investiguemos y averigüemos si tienen o no fundamento real. No te dejes llevar. 

 

Si estás buscando iniciar tu proceso de orientación vocacional, te podemos ayudar. Empezá tu test vocacional ahora.