Vocación vs Mandato

El dilema de elegir una carrera

Usualmente vemos que de una familia de padres médicos, al menos hay un hijo médico, o en una familia donde hay un abogado, nace otro abogado. Estamos ante un situación en la que podríamos preguntarnos si se debe a un mandato familiar o es realmente una elección de los hijos. Bueno, no se puede generalizar, pueden ocurrir ambas cosas.

La vocación está relacionada de una forma u otra (entre otras cosas) con el contexto en el que creciste.

Tiene sentido, que te interesen temas con los que estás familiarizado, porque nadie elige lo que no conoce. Es lógico, que al crecer en un hogar, en el que estuvimos expuestos a determinados estímulos (el arte, la danza, la medicina, política, etc) nos interesen esos temas, porque los conocemos, nos sentimos cómodos. Esos estímulos, ese contexto, influyen directamente de forma positiva o negativa a la hora de encontrar nuestra vocación.

Otras veces, elegir una carrera similar a la de nuestros familiares puede ser producto de un mandato familiar: "Mi mamá es abogada, mi hermano es abogado…. yo voy a ser abogada". Los mandatos familiares acerca de lo que uno supuestamente debe estudiar, no necesariamente coinciden con lo que realmente se desea. Por eso es importante poder identificar y diferenciar los motivos que nos llevan a elegir un determinado camino.

 

Las influencias son inevitables en todo contacto social, y esto no es algo negativo en esencia. El problema es cuando convertimos las influencias en mandatos.

 

Cuando hablamos de mandatos, no necesariamente nos referimos una presión explícita de los padres; muchas veces como hijos, creemos que haremos felices a nuestros padres eligiendo una u otra carrera. En general, no encontrar fácilmente nuestro propósito, nos aterra, nos da miedo (más aún cuando ves que tus amigos parecen tenerlo resuelto), pero eso lejos de paralizarnos, nos tiene que impulsar a reflexionar, conocernos y sobretodo ocuparnos.

 

Como padres lo importante es apoyarlos y acompañarlos. Estar atentos pero no abrumarlos, y brindarles herramientas para que la decisión sea acertada.
Ustedes son parte de este proceso y tienen que alentarlos para que estén seguros de sí mismos y vean un objetivo claro en su ejercicio profesional.